Dos de las joyas de Joey Dunlop podrían acabar en tu casa

Dos de las joyas de Joey Dunlop podrían acabar en tu casa
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El destino no deja de ser sorprendente y caprichoso. Después de toda una carrera bregando con potentes motos por las carreras en carretera más peligrosas del mundo y vencer sin miramientos, Joey Dunlop fallecía en el año 2000 tras un accidente, con una 125, en una carrera mucho menos importante celebrada en Estonia.

Ese trágico desenlace hizo que su leyenda creciera todavía más, puesto que a sus 48 años, había logrado vencer 26 veces el TT de la Isla de Man. Ha tenido que pasar casi medio siglo para que, su sobrino Michael, consiguiera primero igualar y luego batir esa cifra.

El caso es que algunas de las motos que pilotó Joey se convirtieron en auténticos mitos mecánicos, piezas de colección que de un simple vistazo cualquier apasionado a las carreras en carretera reconocían y que, por supuesto, querrían tener en casa.

Con la RC30 logró vencer el TT de 1988

Pues bien, ahora y a través de Bonhams y la subasta durante el Classic Motorcycle Mechanics Show el 12 de octubre será posible tener dos de ellas. Se trata de la Honda RC30 con la que venció el Tourist Trophy de 1988, y la Honda RC45 con la que venció el Ulster GP de 1999 y con la que tomó parte en la carrera de Tallín antes del fatídico accidente. Es decir, estamos ante dos unidades de un valor emocional importante, más allá de que de por sí son dos modelos que, en el mercado y sin llevar el marchamo de Joey Dunlop, ya costarían una fortuna actualmente.

Se espera recaudar una buena suma por cada una de las dos motos de Joey Dunlop

Pero estas dos piezas de coleccionista que son, por ahora, propiedad de la familia y que han estado expuestas en el Joey’s Bar de Ballymoney, estarán junto a otras decenas de motos en la subasta. Aunque serán, sin duda, dos de las grandes atracciones. Tanto es así que se espera que cada una de ellas sea adjudicada por entre 80.000 y 100.000 libras, es decir, entre 91.600 y 115.000 euros.

La RC45 le llevó a lo más alto del Ulster GP de 1999

Según Dave Hancock, consultor de Bonhams: “Ofrecer una de estas máquinas sería extraordinario; ofrecer ambas juntas —la RC30 ganadora del TT y la RC45 ganadora del Ulster GP— de la colección familiar es un acontecimiento único en la vida.
Para los coleccionistas y entusiastas de las carreras en carretera, esto representa una oportunidad irrepetible de adquirir las motocicletas que ponen broche final al capítulo de la incomparable carrera de Joey Dunlop”.

Y es que, como decimos, son un auténtico pedazo de la historia del motociclismo.