El piloto amateur estadounidense Ben Hundter tenía un sueño recurrente. Competir en la Baja 1000, una de las carreras off-road más duras del planeta. Había un par de problemas: el primero, su diabetes de tipo 1, que complica como es evidente su participación en una prueba de puro tesón y resistencia; el segundo, la preocupación lógica de su madre ante tal reto. Vista la insistencia del hijo, su progenitora le puso una única condición para aventurarse al desierto: “Solo puedes correr si me lo retransmites todo en directo”.
Dicho y hecho. Hundter y su hermano David se pusieron manos a la obra para hacer posible una conexión sin fisuras durante el recorrido de más de 1.000 kilómetros alrededor de la península de Baja California, en México. Los parajes remotos y desérticos no ayudaban en el tema de la cobertura, así que se les ocurrió usar tecnología pata negra de Elon Musk, que cuando se enteró de la solución encontrada por este par de entusiastas les contestó a través de X: “¡Muy guay!”.
La solución para poder completar la exigente prueba en moto y sin perder conectividad con la madre a través de una videollamada combinó a partes iguales la tecnología más avanzada y la más rudimentaria. A su Sherco preparada para los rally-raid le añadió una batería portátil de alta capacidad en el colín, la encargada de proporcionar energía al sistema Starlink Mini de internet satelital lanzado por la compañía de Musk. ¿Y el aparato receptor de la señal? Pues pegado al casco, en su cabeza, sin demasiado secreto: cinta americana y a rodar…
A base de cinta engancharon la batería al colín, la antena al casco y el móvil en vídeollamada permanente con la madre en la parte frontal del mono del piloto. Consiguieron completar el recorrido de 1.177,4 kilómetros alrededor de la península de Baja California en 31 horas y 30 minutos… aunque luego les añadieron 17 horas de penalización por saltarse un punto de referencia del recorrido.
A pesar de no ser ni de lejos de los primeros, su llegada a la línea de meta en Ensenada fue todo un acontecimiento. Hundter reconoció que fue toda una experiencia rodar con tanto peso añadido encima, especialmente con la antena Starlink pegada a la cabeza, una solución tan ingeniosa como cansada… al menos para su cuello.
La alegría de la madre al cruzar la línea de meta junto a su hijo es una maravilla, y quizás a más de uno le surjan ideas de aquí en adelante. ¿Veremos esta solución en el Dakar más pronto que tarde?
Lee también