QJ Motor busca revolucionar el sector de las 125 con esta cruiser bicilíndrica

QJ Motor busca revolucionar el sector de las 125 con esta cruiser bicilíndrica
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QJ Motor ha crecido de manera acelerada en nuestro mercado en los últimos años, con una estrategia muy clara: ofrecer motos visualmente atractivas, con un equipamiento por encima de la media y precios muy competitivos. Podemos decir que esa misma línea es la que sigue la SRV 12 que, además, llega con una propuesta muy diferente a lo que podemos encontrar en otras 125.

El hecho de que la empresa china apueste por un bicilíndrico en V en esta cilindrada la convierte en una moto poco convencional dentro del panorama actual. Lo habitual son propulsores monocilíndricos, más baratos de fabricar y mantener, pero también menos refinados en sensaciones. Con este motor de 13,5 CV y 10,2 Nm, la marca intenta marcar diferencias, sobre todo en la suavidad de funcionamiento y en el sonido, aspectos que cuentan mucho en un modelo cruiser.

El secreto está en el bicilíndrico

La nueva QJ motor SRV 12 busca afianzar al fabricante chino en Europa

Resulta interesante comparar esta SRV 12 con la anterior SRV 125, un modelo de la propia marca que sí utilizaba un monocilíndrico de 15 CV. Aunque sobre el papel la potencia es algo mayor en aquella, QJ Motor parece haber priorizado ahora la experiencia de conducción frente a la cifra final, apostando por un motor más elaborado que debería transmitir un carácter más auténtico.

La estética también juega un papel fundamental. La SRV 12 recoge los trazos de la SRV 300, con un depósito alargado, guardabarros simples y una línea que recuerda claramente a las custom americanas de pequeña cilindrada. No es un diseño recargado ni busca la extravagancia, sino que se mantiene en un terreno equilibrado, con detalles que refuerzan su estilo como el asiento bajo y el manillar ancho.

Funcional y sin extravagancias, así es la SRV 12

En la ergonomía se nota ese mismo enfoque. Las estriberas adelantadas y la altura contenida del asiento facilitan una posición relajada, pensada para que tanto en ciudad como en carreteras secundarias el piloto vaya cómodo. No es casualidad: QJ Motor sabe que el público de 125 cc es amplio y diverso, desde jóvenes que se inician con el carnet B hasta usuarios que quieren una moto ligera pero con personalidad.

La parte ciclo sorprende dentro del segmento. La horquilla invertida de 48 mm es un componente poco habitual en motos de esta cilindrada, y se combina con un doble amortiguador trasero con ajuste de precarga que debería aportar un buen equilibrio entre comodidad y firmeza. Los frenos también están a la altura, con discos de 280 mm delante y 240 mm detrás, ambos asistidos por ABS. En conjunto, se trata de un equipamiento más propio de motos de mayor cilindrada.

Las llantas de 16 y 15 pulgadas, con neumáticos de perfil ancho (120/80 y 150/80), refuerzan la estética musculosa de la moto y al mismo tiempo aportan estabilidad a baja velocidad, algo clave para los usuarios menos experimentados. En el plano tecnológico, destacan el cuadro LCD con conectividad y la iluminación LED completa, dos elementos que, sin ser imprescindibles en una 125, elevan la percepción de calidad.

La parte ciclo es lo que podríamos esperar en una 125

A pesar de lo que pudiéramos esperar con un motor técnicamente más complejo, el precio no está muy por encima de lo que encontramos en el segmento. Con 3.890 euros de tarifa en Europa, la SRV 12 se coloca en una franja de precio razonable y aunque no es la opción más barata, sí es una de las más completas, sobre todo si añadimos los seis años de garantía que ofrece la marca, una cobertura que resulta inusual en motos de esta categoría y que sin duda transmite confianza a potenciales compradores.

El movimiento de QJ Motor con esta SRV 12 se entiende también dentro de su estrategia de posicionamiento en Europa. En poco tiempo la marca ha ampliado su catálogo con opciones naked, adventure y custom, y parece decidida a competir en todos los frentes posibles.