![]()
Salir a rodar por caminos de tierra tiene algo especial. Hay libertad, hay desconexión… y a veces también hay encuentros inesperados. Que se lo digan al motorista de este vídeo que, mientras disfrutaba de una apacible ruta por una pista rodeada de bosque, la salvaje naturaleza lo golpeó de la forma más inesperada.
En las imágenes podemos ver como un oso irrumpe de golpe en el camino, tras salir corriendo de entre la maleza del bosque, y el motorista lo embiste de lleno. El impacto era inevitable.
No veremos mucho más allá del momento del impacto, la caída y la reacción inmediata del asustado rider. Y debemos ser sinceros, el vídeo te dejará con ganas de ver cómo acaba la historia, de saber cómo sale el motorista de tal atolladero.
Y es que si algo nos recuerda esta escena es que en la montaña no estamos solos. Cuando rodamos fuera del asfalto, la fauna forma parte del entorno y hay que estar siempre alerta. ¿Qué podemos hacer si nos encontramos con un animal salvaje? ¿Cómo debemos actuar si se cruza ante nosotros?
Ni el mejor curso de off-road te prepara para algo así.Facebook Moto-Station
Lo primero que debemos tener siempre en cuenta, no solo si nos encontramos con un animal, es reducir la velocidad en zonas con vegetación densa o visibilidad limitada porque es más fácil que nos sorprendan.
Por otro lado, es importante no dar acelerones o hacer sonar el claxon porque ese ruido puede asustar a la fauna y, por lo tanto, hacer que reaccionen de forma completamente impredecible.
También hay que evitar circular por esas zonas al amanecer o atardecer, que es cuando los animales están más activos. Y por supuesto, si nos cruzamos con un animal o tenemos algún encuentro inesperado como el de este motorista con el oso, hay que mantener la calma y, sobre todo, no acercarnos.
En la naturaleza no podemos controlar el encontrarnos en situaciones peligrosas con animales salvajes. Pero nuestro comportamiento sí puede ayudar a evitar esos contactos en mayor o menor medida. Debemos recordar que estamos en su territorio, no al revés, y rodar por la naturaleza implica también saber convivir con ella.
