Hay gente con poco o ningún escrúpulo, sino no se entiende como alguien es capaz de poner cables de acero entre dos árboles, a la altura del cuello, con la intención de herir a practicantes de off-road y de mountain bike.
No son pocos los casos conocidos de motoristas practicantes de enduro heridos por estos cables que se colocan a la altura del cuello. Es conocido un caso de 1994 en Barcelona, cuando un motorista murió degollado por un cable de acero que atravesaba la calle Industria de esta ciudad.
El año pasado, el campeón mundial de Enduro Taddy Blazusiak sufrió graves cortes en su cara mientras entrenaba en una pista forestal de Girona, debido a impactar con un cable tendido entre dos árboles en medio del camino. Blazusiak comentó en su Instagram que la hombrera de su equipamiento y su casco le salvaron la vida.
El 24 de agosto otro motorista fue herido por un cable, esta vez en la localidad de Anaya de Alba (Salamanca). La Guardia Civil detuvo al presunto autor del delito.
También este pasado verano otro motorista murió degollado por un cable tendido en medio de la calle en Mar de la Plata.
En Italia, un motorista murió degollado por un cable en 2023, y en Estados Unidos han sido varios los motoristas heridos por cables, incluso de espino, colocados en caminos frecuentados por endureros. El último caso ha sucedido hace pocos días en Hidden Forest Trail in American Fork Canyon (Utah), con el resultado de un motorista herido.
También se han reportado casos de ciclistas heridos por estos cables.
Una criminal moda que, como vemos, se extiende por todo el mundo.
