La nueva Honda CB1000F recoge de serie la esencia de todo un mito como la Honda CB750F ,y parecía la moto perfecta para los amantes de los modelos neoretro. Pero siempre se le puede dar una vuelta de tuerca, y eso es justo lo que han hecho en Proto con la preparación de esta “Bol d’Or 2”. Sobre la base de la CB1000F e inspirados por la CB750F Integra de los años 80, han creado una pieza que capta toda la esencia del modelo original.
Hoy en día nos puede parecer un carenado desproporcionado, pero esa es la esencia de aquella moto, que era una de las primeras sport tourer en el concepto que las conocemos hoy en día. De hecho, la Honda CB1000F Bol D’Or 2 sigue prácticamente a rajatabla todos los detalles estéticos y con un grado de precisión medio los de pintura.
La estética sigue bastante fielmente la del modelo original
Lógicamente, la moto en lo que a parte técnica se refiere, no tiene nada que ver con el modelo original. Por ejemplo, la CB1000F cuenta con refrigeración líquida y un monoamortiguador trasero en lugar de los dos que montaba de serie la CB750F. Eso sí, las llantas aparentan ser de magnesio con ese toque tan particular y característico, aunque solamente es un acabado.
Estéticamente, la Honda CB1000F Bol d’Or 2 es bastante fiel a la original, pero hay interesantes cambios mecánicos
Los cambios en la preparación no se quedan únicamente en el aspecto estético, sino que llegan también a la parte mecánica. Aunque el motor sigue siendo de serie, hay cambios que se notan, como es el caso del silencioso Akrapovic en carbono. Aunque quizás son los frenos el punto en el que, curiosamente, más esfuerzo se ha puesto.
Y decimos curiosamente porque en los años ’80, era una de las partes que más necesitaban mejorarse. Estábamos en una época en la que las motos corrían cada vez más y los frenos de serie, como los neumáticos, no solían estar a la altura del resto del conjunto. Eso hoy no sucede, pero aun así en Proto han decidido equipar esta Honda CB1000F Bol D’Or 2 con las pinzas Brembo 484 Cafe Racer y discos Brembo T-Drive, además de latiguillos metálicos con sistema de desconexión rápida.
Detalles como el del asiento también ha sido respetado
También hay otro cambio importante y es que han optado por cambiar la suspensión delantera, descartando la horquilla de barras invertidas para poner una telescópica de Öhlins que recupera la esencia del modelo original. A estos cambios hay que sumarle otros pequeños detalles como protectores, manetas o el propio manillar. Todo para conseguir una preparación única porque, por ahora, no hay ni precio ni previsiones.
Eso sí, Proto está barajando diferentes opciones y ha preguntado a sus seguidores en redes sociales si deberían ofrecerlo como un kit de transformación o encargarse ellos de hacer la moto completa. ¿Qué opinas?
