En Tailandia, las motos son omnipresentes. Se utilizan para ir al trabajo, llevar a los niños al colegio, hacer la compra o simplemente desplazarse. Pero esta accesibilidad tiene un lado oscuro: solo el 16% de los niños que viajan como pasajeros en moto llevan casco.
Como consecuencia directa, cada año mueren cerca de 3.000 menores en accidentes de tráfico, la mayoría por lesiones en la cabeza. Ojo, un dato estremecedor. Y contra ello está luchando Honda con esta épica campaña de seguridad.
Estas cifras, recogidas por la Thai Health Promotion Foundation y el Global Road Safety Partnership, revelan un grave problema de concienciación y acceso a equipamiento básico de seguridad sobre dos ruedas.
Esta campaña de Honda toca el corazón
Para responder a esta dramática emergencia silenciosa, Honda Tailandia, en colaboración con la agencia creativa Dentsu, ha lanzado la campaña “Protege: El Poder de los Sueños”, una iniciativa de comunicación que combina ternura, simbolismo y acción directa.
El eje de la campaña es una serie de imágenes protagonizadas por niños que aparecen caracterizados como las personas en las que sueñan convertirse: un médico, un chef, un astronauta, un boxeador… Pero hay un elemento común en todos ellos: llevan casco. La idea es clara y directa: para que los sueños puedan hacerse realidad, primero hay que proteger la vida.
Estas fotografías se han desplegado en vallas LED por todo Bangkok, además de aparecer en medios impresos, redes sociales y carteles repartidos en zonas escolares y hospitales. El mensaje “Proteger” aparece escrito con trazo infantil, lo que añade un componente emocional aún más fuerte, recordándonos que detrás de cada estadística hay un niño real con esperanzas y futuro.
Pero Honda no se ha limitado a la campaña publicitaria. Como parte fundamental de esta iniciativa, ha puesto en marcha talleres prácticos de conducción segura en todo el país. Estos cursos, pensados para padres e hijos, se desarrollan en los centros Honda Safety Riding Park de Tailandia. Que, como en el caso del español, son espacios especialmente diseñados para la educación vial.
En estas sesiones se enseña no solo la importancia del uso del casco, sino también prácticas de conducción defensiva, normas básicas de circulación y consejos para viajar con niños en motocicleta de forma segura. Además, como extra, se reparten cascos infantiles homologados en escuelas y centros comunitarios. Muchos de estos cascos están adaptados para cabezas pequeñas, con diseños atractivos y colores llamativos, lo que facilita su aceptación entre los más jóvenes.
Un componente clave de esta campaña es el compromiso de Thai Honda Manufacturing Co., Ltd. de producir cascos infantiles a precios muy reducidos. Es decir, modelos diseñados específicamente para niños que se puedan encontrar en distribuidores locales y eventos comunitarios desde tan solo 300 baht tailandeses (unos 7,50 euros). La idea es que el precio no sea una barrera para la seguridad.
Con esta campaña, Honda no solo refuerza su lema global “The Power of Dreams”, sino que lo transforma en acción directa. Además, todo esto en un país donde moverse en moto es una necesidad diaria. Educar en seguridad vial desde la infancia es vital y cobra más importancia que nunca. Porque cuando un niño se pone un casco, no solo se protege del peligro, se protege su risa, sus juegos, sus sueños… y su mañana.
La campaña “Protege” es, en definitiva, un recordatorio de que la innovación y la tecnología deben ir siempre de la mano de la empatía y el compromiso social. Y que, a veces, lo más revolucionario no es un nuevo motor, sino una pequeña cabeza bien protegida. Como siempre, bien por la marca del ala dorada.
