Ha fallecido Norm McDonald. Puede que no te suene, pero seguro que sí su empresa, la mítica K&N

Norm McDonald
Anuncios

Norm McDonald es considerado uno de los Renaissance men del motociclismo, pues lo hizo prácticamente todo: correr, preparar motores, diseñar productos y dirigir una cadena de concesionarios. Su pasión nació a pesar de las limitaciones: sus padres no le permitían tener una moto, así que se inició en los hot rods y en las carreras de aceleración hasta que, con 17 años, compró su primera moto gracias al dinero que ganaba cortando césped, escondiéndola en casa de un amigo.

Tras servir en la Marina de EE. UU. entre 1952 y 1955, Norm McDonald regresó, se casó con Louise (Lucy) West y volvió a las motos con más fuerza que nunca. Durante el día trabajaba como topógrafo en el condado de San Bernardino, pero por las noches volcaba su energía en su pasión.

El nacimiento de K&N: Norm McDonald y Ken Johnson

Norm McDonald

En 1957 conoció a Ken Johnson, y juntos abrieron K&N Motorcycles en Loma Linda (California), con apenas 200 dólares y tres motos usadas. Johnson trabajaba de día y McDonald de noche. Pronto asumieron concesiones de marcas como Indian (entonces Royal Enfield) y Yamaha, además de dar su primer empleo a un joven Malcolm Smith, que con 17 años empezaba un camino que lo llevaría también al Salón de la Fama.

La expansión llegó en 1965, cuando fundaron K&N Engineering. Primero se dedicaron a accesorios como manillares, guardabarros y refuerzos de horquilla, pero un año más tarde presentaron el revolucionario filtro de aire K&N, que en solo cinco años ya era un estándar en casi todas las competiciones de motor.

Norm McDonald

En paralelo, Norm McDonald amplió su red de concesionarios hasta llegar a seis, donde vendió marcas tan variadas como BSA, CZ, Jawa, Husqvarna, Hodaka, Marusho, Greeves e incluso Harley-Davidson. Además, apoyó a generaciones de pilotos: desde sus hijos Phil (campeón del Daytona Junior 100 millas en 1973) y Sam (campeón nacional de 250 en 1982 y subcampeón de Superbike en 1984), hasta su yerno Ted Boody (No. 12 nacional) y su nieto Tyler McDonald. En total, patrocinó a cientos de corredores, de los cuales más de 30 llegaron al nivel nacional.

En 1971, Norm decidió un cambio de rumbo: vendió negocios, bares e incluso una agencia de seguros para mudarse a Tulsa (Oklahoma). Allí se quedó con el lado de los concesionarios, mientras Johnson continuaba con K&N Engineering. Desde entonces abrió nuevas tiendas en Tulsa y Wichita (Kansas), y siguió trabajando junto a sus hijos y nietos hasta sus últimos días.

Norm McDonald

Su filosofía fue siempre clara: “El motociclismo no es algo para hacerse rico, pero nos dio de vivir a nuestras familias y nos mantuvo unidos”. En 2013, su dedicación y trayectoria fueron reconocidas con su ingreso en el AMA Motorcycle Hall of Fame. McDonald aseguró entonces sentirse abrumado: “Nunca me puse en esa categoría. Ver a tantos pilotos que corrían para mí entrar al Salón de la Fama y estar junto a ellos me deja sin palabras”.

Con su partida, la comunidad pierde a un referente que encarnó la pasión por las dos ruedas en todas sus facetas. Desde SoyMotero, nuestras condolencias a familiares, amigos y a toda la familia del motociclismo que hoy recuerda a una de sus figuras más influyentes.