Hace unos años pensábamos que la revolución eléctrica era cuestión de poco tiempo, pero ahora parece que al menos en lo que a motos grandes se refiere tocará esperar. Pero eso no quita para que marcas como CFMoto, que ya ha hecho incursiones con scooters eléctricos a través de su sub marca Zeeho y ha coqueteado con la electrificación off-road, esté apostando por el siguiente paso.
Su último movimiento llega en forma de patente de una moto deportiva eléctrica, aunque pensada para ser accesible y funcional más que para competir en cifras con las grandes referencias actuales. Este nuevo diseño no reutiliza ninguna de sus motos actuales, sino que parte desde cero. Apuesta por integrar las baterías como parte del chasis y por soluciones de refrigeración pasiva para evitar complejidades innecesarias. Aunque sobre el papel no parezca revolucionario, es un proyecto que deja claro que la marca china se prepara para un futuro en el que lo eléctrico dejará de ser una excepción.
Las patentes muestran la colocación de los componentes dentro del chasis
La nueva CFMoto eléctrica es una deportiva sencilla, eficiente y con mentalidad práctica
La estructura presentada en la patente desvela una configuración eléctrica que prioriza el espacio para las baterías y la eficiencia térmica. Para ello, el motor y la transmisión se han colocado justo detrás del eje del basculante, dejando libre la parte frontal del chasis. Esto permite que la zona entre el eje y la dirección se llene exclusivamente de baterías, atornilladas directamente al bastidor para formar una unidad rígida y funcional.
Una de las particularidades del diseño es que esas baterías se alojan en compartimentos laterales y, una vez fijadas, crean un espacio estanco en el centro que puede llenarse con líquido refrigerante. Por su parte, aletas metálicas transmiten el calor desde las baterías hacia ese fluido, lo que apunta a que el sistema está pensado para aguantar sesiones de carga rápida sin comprometer la durabilidad del conjunto. La sencillez mecánica y la integración de elementos son una constante en esta propuesta eléctrica.
Los diseños indican que estaríamos ante una moto de prestaciones comedidas
Encima del bastidor han decidido colocar todos los componentes electrónicos y también la toma del cargador, aunque, como sucede con otros modelos, sigue habiendo una zona del depósito de gasolina que en realidad cubre todos estos elementos. En la parte trasera el diseño continúa la línea, que se mantiene hasta el asiento. Todo apunta a un planteamiento racional, más cercano a una deportiva urbana o una sport tourer que a una supersport de prestaciones extremas.
Aunque por ahora no hay confirmación de una versión de producción, este proyecto se suma a otros trabajos previos de la marca en el ámbito eléctrico, como la 300GT-E o la mencionada CF-X off-road. Está claro que CFMoto no quiere improvisar cuando llegue el momento de dar el salto definitivo. Mientras tanto, continúa acumulando experiencia, patentes y soluciones técnicas que podrían darle una ventaja cuando el mercado, por fin, decida cambiar de rumbo.
