el nuevo hito de Jonny Davies

Jonny Davies récord Kawasaki ZX-10R
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Ya lo avisamos, Jonny Davies iba a intentar reventar dos récord Guinness con su Kawasaki ZX-10R. Y, como os estamos contando, el primero de ellos ha sido pulverizado. El escenario elegido fue el aeródromo de Elvington, en York, durante la Straightliners Speed Week. Un emocionante evento donde se ponen a prueba los límites de las máquinas y de quienes se atreven a dominarlas.

Allí es donde Jonny Davies logró superar el anterior registro de 202 km/h, convirtiéndose de nuevo en el hombre más rápido del mundo en esta modalidad de ir en caballito de una manera antinatural. Como te podrás imaginar, esta maniobra es, sin duda, el riesgo absoluto sobre una rueda.

Con este nuevo hito, Jonny Davies se consolida como uno de los grandes especialistas en acrobacias de alta velocidad. De hecho, su carrera es un ejemplo de determinación, innovación técnica y búsqueda constante de los límites. En un mundo donde la mayoría de los pilotos se centran en la competición convencional, él ha encontrado su camino en un territorio mucho más arriesgado y espectacular, el de los récords imposibles sobre una moto.

El “high chair wheelie” no es un caballito común. El piloto no va sentado en el asiento ni en la posición natural de conducción. En este caso, Davies se coloca sobre el depósito de combustible, con las piernas apoyadas sobre el manillar, y desde ahí levanta la rueda delantera, manteniendo la moto únicamente sobre la trasera. Una postura inestable, superantinatural e incómoda y que, por supuesto, exige un control sobrehumano de la moto, especialmente cuando se trata de hacerlo por encima de los 200 km/h.

Jonny Davies ya había conseguido el récord en 2020, cuando fijó la marca en 175 km/h. Sin embargo, aquel registro quedó pendiente de superación debido a las difíciles condiciones meteorológicas de aquel día, con un viento frontal que limitó las velocidades de todos los participantes. Esta vez, con experiencia acumulada y un plan más preciso, el británico regresó decidido a recuperar su corona. Y vaya si lo hizo. Como él mismo contó.

Para lograrlo, Davies eligió como base una Kawasaki ZX-10R, una superbike nacida para los circuitos pero que, en sus manos, se transformó en una “herramienta del diablo”. La moto fue profundamente modificada.

De hecho, eliminó el carenado y los relojes para reducir peso y evitar interferencias, sustituyó los semimanillares por un manillar recto que ofrece mayor control en acrobacias, talló una hendidura en el depósito para encajar mejor el cuerpo en la postura extrema del “high chair” y, por último, añadió un borde de espuma adicional en el tanque para asegurar su posición en aceleraciones violentas.

Estas modificaciones, unidas a la potencia bruta del tetracilíndrico de 1.000 cc, con más de 200 cv de serie, hicieron posible mantener la moto estable en condiciones que, para la mayoría, serían incontrolables. El récord se consiguió en la primera parte del día, antes del mediodía, cumpliendo con el plan de superar progresivamente las cifras anteriores. Sin embargo, después de la pausa, Davies comenzó a notar problemas: la moto no levantaba en segunda ni en tercera, y tampoco respondía igual en el resto de marchas.

La causa, descubierta más tarde en casa, era tan simple como frustrante. Al pasar de cuarta a quinta, activó sin querer el control de tracción, lo que limitó la entrega de potencia. Al no llevar los relojes montados (ya que sus pies se apoyan en esa zona durante la acrobacia) no pudo darse cuenta de inmediato. Aun así, el objetivo principal estaba cumplido: un nuevo récord mundial.

Ahora, a superar los 210 km/h y… ¡Rodar marcha atrás! Sí, como lo lees, lejos de conformarse, Jonny Davies ya piensa en el futuro. Su meta es elevar el listón hasta superar los 210 km/h en la misma disciplina, algo que considera factible con pequeños ajustes en la ergonomía de la moto. Y, además, planea intentar un desafío todavía más insólito: batir el récord mundial de velocidad realizando un caballito… ¡Pero hacia atrás! (“switchback wheelie”). Esta es su segunda apuesta a batir.

“Creo que lo conseguiremos el año que viene”, aseguró Davies tras su gesta en Elvington. “Haré algunos cambios en la moto, moveré el borde de espuma del depósito más atrás y seguiremos trabajando hasta lograrlo”. Aquí estaremos para contaros si lo consigue.