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Una sentencia judicial abre una interesante vía ante ciertos accidentes de tráfico que afectan, especialmente, al colectivo motero. El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha sido condenado a indemnizar con más de 100.000 euros a un Guardia Civil que sufrió un fuerte accidente mientras patrullaba por la carretera al pisar una línea blanca mojada en el asfalto.
Los motoristas conocen de sobras los peligros de las marcas viales pintadas bajo condiciones de lluvia o humedad pronunciada, pero no tantos entienden que hay normativas específicas a nivel estatal y europeo que regulan las características y tipo de materiales a emplear para su aplicación sobre el pavimento.
El accidente de este Guardia Civil que pone de relieve las obligaciones de la administración a la hora de diseñar e implementar correctamente elementos básicos del ordenamiento de Tráfico como las marcas viales ocurrió en 2020 en la autovía A6, cuando el agente de la Agrupación de Tráfico circulaba con su BMW R 1200 RT y pisó una flecha que no estaba pintada con pintura antideslizante.
La rueda delantera resbaló sobre la pintura y todo ello desencadenó un siniestro grave que apartó de las carreteras definitivamente al agente de la Guardia Civil accidentado. La sentencia definitiva, difundida por el creador de contenidos y ex-Guardia Civil de Tráfico Desterrado Oficial, subraya la responsabilidad del Estado a la hora de mantener y señalizar de forma legal y correcta la red viaria.
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Aunque el Ministerio de Transportes argumentó que “no es posible evitar que las marcas viales estén así”, en el sentido de peligrosas bajo condiciones de mojado, el tribunal rechazó dicha argumentación con cierta contundencia. El mensaje y el precedente está bien claro: las señales y marcas viales sobre el pavimiento no pueden estar puestas de cualquier manera y sin un estudio previo, asegurando además el cumplimiento de todas las normativas vigente a nivel español y europeo.
Evidentemente, las caídas por resbalones en marcas viales mojadas son más habituales de lo deseable entre el colectivo motorista, y muchas veces tienen consecuencias trágicas. La sentencia que obliga a ingresar un total de 104.517 euros al exagente y abre un camino judicial para accidentes de la misma tipología donde la administración haya incumplido con el uso de la pintura adecuada y reglamentaria.
