Parece el enunciado de un chiste: ahí va un vasco de 17 años con su moto china y gana el primer campeonato del mundo para una máquina creada y ensamblada por el gigante asiático. Pero no lo es, ni mucho menos.
El pasado fin de semana, Beñat Fernández Etxebarria, nacido en Andoain y más conocido en el ‘paddock’ como Pelontxu, se impuso con una maniobra dramática en la última curva de la última vuelta del circuito de Jerez para levantar el primer título en la élite del motociclismo de velocidad tanto del País Vasco como China. Con su victoria en la segunda carrera del GP de España que cerraba el calendario en la categoría de World SSP300, el debutante confirmaba su enorme potencial y también el de las máquinas chinas.
Kove, que a comienzos de año había decidido retirarse de la categoría y tardó bastante en apostar y entregarle definitivamente su moto al flamante campeón, se llevó finalmente con su 321 RR-S un trofeo histórico para la industria de las dos ruedas del país asiático, superando a marcas de largo recorrido y prestigio en la especialidad como Kawasaki, con su Ninja 400, KTM, con la RC 390 R, y Yamaha, con un ejército de YZF-R3 en la parrilla.
“Estoy muy contento porque he trabajado mucho para llegar aquí. El equipo hizo un gran trabajo, porque Kove había dejado el campeonato a principios de año, pero luego nos dieron la moto. ¡Fue un caos! En mi primera carrera logré ganar, y no pensaba que podíamos conseguir esto. El objetivo era hacerlo lo mejor posible e intentar estar delante todo el rato”, recordaba el chaval vasco, emocionadísimo nada más cruzar la línea de meta.
A pesar de los titubeos de Kove, que arrancó su proyecto en WSBK en abril de 2023 y logró sus primeros podios en apenas dos meses para luego ganar su primera carrera en octubre de 2024, el equipo y la fábrica terminaron por volcarse por completo con Fernández después de su inicio fulgurante en el campeonato: en total llegaron tres triunfos, siete podios y cinco vueltas rápidas para acabar levantando el título más preciado.
“Durante años, el campeonato lo habían dominado las marcas europeas, americanas y japonesas. Ahora hemos hecho historia como marca china, y este triunfo marca un hito novedoso para el motociclismo del país en el escenario global”, presumen desde la marca. Desde su debut y antes de su adiós a la categoría, que además echa el cierre tras este curso, Kove ha amasado 15 podios y cuatro triunfos.
“Quiero darle las gracias al equipo y toda la gente que me rodea, yo solo intenté dar lo mejor de mí. Sabía que la moto funcionaba y que el equipo daría el 100%, así que creí en el proyecto. Y aquí estamos”, concluía Fernández, que inscribe su nombre en el motociclismo y será siempre recordado como el primer campeón vasco en la élite mundial de la velocidad, además del piloto que rompió barreras para China en el plano internacional.
Pelontxu competirá el próximo curso en la Rookies Cup, una de las principales categorías de promoción al ‘paddock’ de MotoGP, y seguirá aprendiendo y creciendo de la mano del expiloto Efren Vázquez, su principal mentor y valedor en la élite de las dos ruedas.