Alex Márquez llega al GP de Aragón siendo segundo en el campeonato con una diferencia de 24 puntos respecto a su hermano Marc. Motorland es un circuito donde Alex siempre ha sido rápido, pero es que su hermano mayor está acostumbrado a arrasar. El mejor ejemplo fue la edición de 2024, donde Marc dominó cada entreno y cada vueltas de las dos carreras disputadas para volver a ganar tras 1043 días de sequía.
A pesar de este nivel de exigencia que puede aplicar Marc aquí, Alex confía en seguir metiendo presión y no ceder terreno en la lucha por el título.
“Creerme me lo he creído siempre, pero es lo que siempre he defendido y he dicho, que sigue siendo, la gente dirá, no, ya no es un regalo, ya estás consolidado. Para mí llegar a esta situación y estar en esta situación es un regalo porque, sobre todo, nadie daba un duro por nosotros al principio del año, ¿no? Llegar en esta situación a la octava carrera. A seguir con la misma mentalidad que siempre, a no pensar en más allá de la carrera del domingo y carrera a carrera, o sea, eso es nuestra mentalidad y es donde tenemos que, el punto fuerte tiene que ser ese”, expresó en el corralito.
“Yo siempre he creído que tengo la mejor moto del campeonato, desde el principio hasta el final, entonces, sé lo que tendré de aquí al final de año y tengan ellos mejoras o no, yo seguiré pensando que mi moto es la mejor”
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Siempre ha reinado el mismo buen rollo entre los hermanos de Cervera. Y por eso explicó Alex que el miércoles cenaron juntos en el hospitality de Gresini y ‘picaron’ al 93 para que cometiera un error durante el fin de semana
“Aquí, a priori, pues tendría que salir de aquí con 37 puntos, pero son carreras, y el motociclismo es así, que nada cambia. También tenía que salir con 37 de Austin y falló. Como he dicho, tenemos la misma mentalidad que siempre, el sacar el 100%, el domingo intentar sacar el máximo jugo a lo que tengamos, al nivel que podamos llegar y hace dos domingos que no hemos acabado de rematar, ni en Le Mans, ni en Silverstone, así que será importante volver a sumar fuerte y consolidarnos otra vez”.
“Ayer ya jugamos un poquito, porque los miércoles siempre se iba a cenar ahí en Gresini y ya le decían Mister 37, Mister 37. A ver si así se ponía un poco nervioso, ¿sabes? Nosotros no tenemos nada que perder, eh”, cerraba entre risas.
